El Big Data brinda soluciones a un creciente número de empresas que demandan soluciones para hacer su gestión más eficaz, y lo logra mediante la recopilación automática de datos masivos en un tiempo muy corto. En la industria del transporte, el análisis masivo de estos datos supone una ventaja competitiva en dos aspectos clave: la rebaja de los costes operativos generales y el logro de una eficiencia hasta ahora desconocida.
Reducción del consumo de combustible
Hoy en día ya existen proyectos piloto que muestran cómo aplicando Big Data puede rebajarse el consumo de combustible en un vehículo. Un camión equipado con sensores ubicados en sus puntos más críticos puede revelar si la velocidad de conducción es la más adecuada, si se producen aceleraciones bruscas y frenazos, o si es más recomendable detenerse a recargar combustible en una estación de servicio u otra. También es posible medir el desgaste de cada vehículo y conocer el momento de sustituir los actuales por otros más eficientes.
Predicción de tendencias y eventos futuros
El Big Data permite establecer patrones a partir de los grandes volúmenes de datos que reúne. En la industria del transporte, permite prever aspectos cruciales relacionados con los vehículos, las instalaciones y el personal. Gracias a estos datos en tiempo real, se pasa de una gestión basada en predicciones aproximadas y basadas en patrones intuitivos, a un modelo de negocio que analiza el comportamiento de los clientes y es capaz de anticipar sus acciones obteniendo extraordinarios resultados de rendimiento.
Optimización de rutas y mejoras de seguridad
Elegir el mejor recorrido para realizar la entrega de mercancía seguirá siendo uno de los grandes retos a los que se enfrenten los responsables de gestionar flotas de vehículos. El Big Data juega un papel clave en ello porque es capaz de considerar en tiempo real cuál es el mejor recorrido, valorando en un instante factores como las secuencias de entrega, las condiciones del tráfico, las restricciones o la forma de acceso hasta el destinatario final. También considera las condiciones climatológicas y las condiciones de la vía de circulación y cruza datos con señales desde sensores y cámaras para garantizar una conducción con menos incidentes, menos averías y mayor fiabilidad en los tiempos de entrega.
Mejora de la experiencia del cliente
Tanto si hablamos de distribución de mercancías entre empresas, o de servicios de entrega puerta a puerta al consumidor final, la logística siempre influye en la satisfacción de cliente. Con el uso de Big Data, el sistema de entregas será siempre predecible y seguro. Las empresas se transforman en proveedores fiables ya que los clientes podrán conocer con precisión en qué punto del proceso se encuentra su pedido, su ubicación y la hora prevista de llegada.
Control de costos
Los grandes análisis de datos ayudan al sector del transporte a predecir con precisión los volúmenes de mercancías con los que hay que trabajar. Este conocimiento es muy útil para planificar los procedimientos operativos de la forma más eficiente y rentable, estimando con todo este conocimiento, los costes del trabajo: combustible, mantenimientos, seguros, peajes, etc. Así, mediante la monitorización exhaustiva, se logran reducir los costos operativos.
Todas estas aplicaciones de Big Data contribuyen a reducir los gastos en la gestión de una flota de vehículos y resultan cruciales para poner en marcha planes a largo plazo para mejorar la eficiencia operativa de la compañía.